Por Juan Tomás Valenzuela
A propósito, señores,
de los hechos en INAIPI,
en CONANI, en el CAIPI
y de otros muchos sectores,
son muchos los detractores
que se han frotado las manos,
y al pueblo dominicano
que no recuerda el pasado,
lo tienen acorralado
con sentimientos malsanos.
Los mismos que ahora denuncian
situaciones dolorosas,
y de manera capciosa
han exigido renuncias,
nunca emitieron pronuncias,
ni acuñaron opinión,
cuando era la corrupción
la que trazaba las pautas,
desde aquel jefe de Bauta,
hasta el jefe de Rondón.
¿Que han pasado cosas malas
en estas instituciones?
Si, son muchas, y las razones,
hoy la prensa las señala.
Pero usar como bengala
eventos accidentales,
es algo que estos fatales
nunca debieron hacer,
y culpar a Abinader
sería el peor de los males.
CONANI hay que corregirlo,
necesita más recursos,
y rediccionar el curso,
Luis, es quien debe asumirlo.
Pero tengo que decirlo,
y ahora es propicio el momento,
el mari… de los vientos
y el ñame de Arroyo Cano,
son los qué, con su acto insano
provocán este hundimiento.
El dinero de CONANI,
fuen el guardia y la pastora,
quienes, de acuerdo a Huchi Lora,
lo gastán en un Paganni.
Y ni siquiera un salami,
ha tenido mejor suerte,
porque en el lecho de muerte
de ese acto de corrupción,
es un niño y no un ladrón,
el que permanece inerte.
Juan de los Palotes
13 septiembre 2022