Por Juan Tomás Valenzuela
Como con Luis, ya la pava
no pone donde ponía,
la vieja patapodría
cerró el programa en que hablaba.
Consuelo le puso aldaba
a su espacio matutino,
porque el mentado “Dañino”
ya sucumbió al exterminio,
y por ende, el patrocinio,
se esfumó igual que Quirino.
A esta vieja deslenguada
que hablaba con arreglosto
por fin le llegó su agosto,
como muy pronto a Cavada.
A esa actitud descarada
conque defendía el cohecho,
le llegó su lado estrecho,
porque no es verdad que Luis,
va a cometer el deslíz
de proporcionarle afrecho.
Ya Consuelo Despradel
se nos ausenta del Dial
y su jerga matinal
al servicio del cartel,
también va a desaparecer
entre muchas otras cosas:
Su don de vieja chismosa,
sus bufandas deslucidas,
su mirada pervertida
y aquella voz fastidiosa.
Aunque al igual que Zapete,
también me lo estoy gozando,
aquí estamos esperando
que la terna se complete,
con dos o tres carajetes
que también hablan basura:
El enano caradura,
el lambón de Oscar Medina,
sus cotorras parlanchinas
y el que no come fritura.
Después de darle a la jeta
por mucho más de 20 años,
y de causar tanto daño
con su timbre de corneta,
esta vieja proxeneta
por fin ya sale de aire.
Y ese maldito donaire
conque tanto se expresó,
también desapareció
junto a todos sus desaires.
Juan de los Palotes
6 septiembre 2020