Por Juan Tomás Valenzuela
Danilo fue a hacer campaña
al mismo centro de Italia
con tó la parafernalia
que usa pa’sus malas mañas.
Pero a mi, lo que me extraña,
es que aún este bultero
no ha encontrado un bajadero
para ver si un italiano,
se deja meter la mano
y le suelta algún dinero.
En su función de lobbista,
(oficio que hace muy bien)
este ungido comején
con ínfulas de marxista,
ya tiene la caña lista
para ver lo que se pesca,
con esa historia dantesca
de las Visitas «Sorpresas»,
mientra el pueblo atraviesa
por una crisis grotesca.
Seguro que ya hizo el cuento
del millón quinientos mil,
que sacó de un cuchitril
y hoy son ricos opulentos.
O habló de aquel crecimiento
que dice el Banco Central,
pretendiendo hacer pasar
el desastre financiero,
como deuda de gallero,
o un encaje capital.
Danilo se fue a la FAO
a hablar todas las mentiras
que diario a diario les tira
a este pueblo desgraciao.
Las que le enseño João,
su pillo de cabecera,
las que le dice a cualquiera,
siempre y cuando vea ventaja,
como hacían Pedro Navaja,
o la médium Mariú Viera.
La pobreza se redujo
de acuerdo a este presidente,
que miente insistentemente,
pero sin ningún tapujo.
Cual la vez que trajo al brujo
de la lejana Nigeria,
que cómo monos de feria
fuimos todos los cristianos
a que nos pasen la mano
pa’salir de la miseria.
Después del tercer embuste
debía prohibirse por ley,
ya sea el bufón o sea el rey,
que hagan más desbarajustes.
Si cobrara por ajuste
este ungido mentiroso,
ni Julio Martínez Pozo
ni el enano Euri Cabral,
tuvieran que trabajar
para este hombre tán dichoso.
Juan de los Palotes
15 febrero 2019