Editoriales
Cada año llegan al país miles de dominicanos que aprovechan el período navideño para compartir con sus familiares y amigos. Vienen cargados de ilusiones. El reencuentro con los suyos hace vibrar su corazón. Volver al terruño que los vio nacer fortalece su identidad.
A estos hermanos y hermanas tenemos que acogerlos con alegría y hospitalidad. Hacerles pasar unas vacaciones felices. Algunos de ellos llevan años preparando esta visita. No quieren venir con las manos vacías, desean traerles un presente a los que dejaron aquí, y por eso se esfuerzan, llevando más de un trabajo en una dura faena y así poder cubrir los gastos del viaje.
El Gobierno, cada año, les ha brindado la facilidad a los que tienen más de seis meses que no han venido al país, que puedan traer alguna mercancía que no sobrepase los 3 mil dólares.
Creemos que otra medida que deben tomar las autoridades es garantizarles a nuestros ilustres visitantes la seguridad en los aeropuertos y durante el trayecto del mismo hacia sus hogares.
Hemos visto en años anteriores cómo familias enteras que vienen en esta época del año han sido víctimas de malhechores y atracadores que los despojan de sus pertenencias, poniéndoles sus vidas en peligro. Qué experiencia más traumática para alguien que viene a su país con el anhelo de pasar unos días felices, y que luego la inseguridad ciudadana los convierte en pesadilla. Así los deseos de volver a su patria se marchitan.
Dominicanos y dominicanas que nos visitan, esta es su tierra. Que la ternura, la alegría y el compartir, propios de la Navidad, hagan de sus días en Quisqueya la Bella, los momentos más hermosos de sus vidas.
Bienvenidos a su casa…!!!
Trabajo que engrandece
El 5 de diciembre celebramos el Día Internacional de los Voluntarios. La fecha nos llena de alegría y esperanza. Son miles los hombres y mujeres en el mundo que entregan sus energías para aliviar el dolor y la exclusión de tantos seres humanos que viven en el abandono, la soledad y la pobreza.
Los voluntarios son una expresión auténtica de amor a los demás. Es una entrega sin límites. Muchos dejan la comodidad del hogar y la familia para darse a quien necesita su apoyo. No importa la distancia ni el sacrificio. Su entrega los hace felices.
Que la celebración de esta fecha nos comprometa cada día a más a ser voluntarios en favor de la vida. Voluntarios para trabajar por un mundo más justo y fraterno, y voluntarios para hacer de la solidaridad un estilo de vida.
De: Semanario Camino, semcamino@gmail.com