Por Juan Tomás Valenzuela
Después de la gran estafa
del proyecto Catalina,
el presidente Medina
y la dientes de jirafa,
se quieren poner las gafas
del bien y la probidad,
para ocultar la maldad
que desde el 96,
anida en torre Caney
y la cueva de Bagdad.
Ahora, mediante artilugios
propios de seres aviesos,
se han inventado un “congreso”
armado de subterfugios.
Están blindando el refugio
dónde esconden sus delitos.
Expulsando a erudito
y a los que le hacen la corte,
para definir un norte
con este ungido maldito.
Ponen en Secretaría
al bandido de Mariotti,
ese obseso cabronzotti,
rufián y comecomía.
Ninguno lo suponía
hasta que llegó la momento,
lo mismo con el jumento
que usaron de candidato,
que hizo pasar un mal rato
casi a todo el regimiento.
Danilo, ha vuelto el Partido
a su miserable origen,
en que la normas se rigen
por un único elegido.
El modelo concebido
por Juan Bosch y Balaguer,
y al que denegó Leonel
por un rol de democracia,
y que este ungido en desgracia
lo reinstala para él.
Después de haberse servido
como todo un potentado,
este protervo, avezado,
deshonesto y malparido,
quiere mostrar un Partido,
según dice… renovado,
que va a poner el Estado
al servicio de la gente,
y lo dice abiertamente
… y ni siquiera ha erutado.
Juan de los Palotes
22 marzo 2021