Por Juan Tomás Valenzuela
Rememorando la historia
del sinvergüenza de Amable,
Gonzalo, con rostro afable
(más sin ninguna oratoria)
va de forma ambulatoria
recorriendo la nación,
repartiendo salchichón,
espaguetis, GLP,
litargirio, DDT,
y rescates en su avión.
A la falta de propuestas
como llevan sus contrarios,
este penco dromedario
que va mal en las encuestas,
anda en forma deshonesta
y en horarios restringidos,
con un grupo de bandidos
repartiendo chucherías,
gas moráo, romo y comía
con dinero mal habido.
Si él cree que dando salame
y rescatando viajeros
saldrá del atolladero
que lo entró ese ungido infame,
que alguien le diga a este ñame
que ese afán de clientelismo,
no solo es más de lo mismo,
sinó que sus resultados,
nunca son los esperados,
pues promueven anarquísmo.
Este semianalfabeto
que se hizo rico al vapor,
anda igual que el malhechor
que lo usa de parapeto.
Aquí no hay un día de asueto
en que no salga este penco,
sea haciendo vuelos mostrencos
o repartiendo lo ajeno,
sinó, regando veneno
junto a un ministro zopenco.
Para acabar de joder
el plan de este charlatán,
ya Milagritos Germán
pactó con Abinader.
Ese hombre huele a poder,
desde la seca a la Meca,
mientras que el cabezahueca
que va por el PLD,
a mi me dá par de 3…
porque solo jiede a ñeca.
Juan de los Palotes
27 mayo 2020