Por Juan Tomás Valenzuela
Estas luchas intestinas
del Partido en el poder,
que hoy enfrentan a Leonel
contra Danilo Medina,
han convertido en letrina
la organización morada,
que hoy se ve desvencijada
por la angurria desmedida
y de aquella guía de vida,
hoy mismo no queda nada.
La ambición de continuismo
del presidente de turno,
que aún viéndose taciturno
es más dado al pragmatismo,
tan solo es más de lo mismo
ya que en su organización,
el dolo y la corrupción,
más que las reglas de juego,
son como piezas de Lego
de un desastre de nación.
El rufián que nos gobierna
no respetó su palabra
cuando de forma macabra
le quiso morder la pierna,
al que en actitud paterna
le dió la oportunidad,
en nombre de la unidad,
de dirigir el pais
y esta traidora lombriz
le escupe su dignidad.
¿Quien iba a creer que un dia
algún miembro del Partido
daría un trato deslucido
al prócer, líder y guía?
¿Quien diría que la agonía
de ir a perder el control,
haría que este malhechor
que llegó por carambola,
iría pisarle la cola
a su líder y mentor?
¿Quien diría que un lambonazo
sin principios ni moral
le pediría claudicar
a quien no tuvo reemplazo?
¿Quien diría que estos pelmazos
criados en la miseria,
podrían enviar a la Feria
a agredir a su mentor,
a un batallón sin honor,
bloqueando la periferia?
Como la suerte está echada
desde el lado de Danilo,
aquí está sacando filo
hasta Roberto Cavada.
La piara desvergonzada
que anda detrás de este huraño,
cree que pa’proximo año
no va a hacer falta Leonel,
pa’quedarse en el poder
basta con César Castaños.
Juan de los Palotes
10 julio 2019