Por Juan Tomás Valenzuela
Ya la Superintendencia
decidió echar para atrás
el acto de terquedad
que hizo desde la gerencia.
Fue falta de inteligencia
o un exceso de confianza,
pero con estas finanzas
y la falta de subsidio,
aumentarse fue un suicido
o una falta de templanza.
Hay que ser desvergonzado
y muy falto de criterio,
pá aumentarse el “refrigerio”
con tan “sutil” desenfado.
Un servidor del Estado
está para dar servicio,
no para costearse vicios
ni privilegios hirientes,
con lo que el contribuyente
aporta desde su hospicio.
El aumento descarado
que se atribuye a esta gente,
tiene a tó el mundo de frente,
con una actitud de enfado.
Le toca al jefe de Estado,
no solo echarlo pá tras,
sino coger, además,
a quien actuó en el desliz,
y arrancarlo de raíz
de la nómina del MAP.
Quiero ver rodar cabezas,
como antes rodó la mía,
cuando estos patapodrías
se creían de la realeza.
Esas indelicadezas
que hacen estos funcionarios,
no me hacen compromisario
de ningún acto reñido,
ni con Luis, con el partido,
ni ningún líder sectario.
Mientras yo aquí me la paso
espantándome mosquitos,
este grupo de malditos
se aumentaron sus sueldazos.
Son tremendos barbarazos,
si creen que es inteligente,
agobiar al presidente
con un aumento de sueldo,
que no es parte del acuerdo
de Abinader con su gente.
Juan de los Palotes
25 julio 2022