Por Juan Tomás Valenzuela
Ayer, Roberto Fulcar,
pidió a las universidades
que aporten sus calidades
en cuestiones de educar.
Sostuvo qué hay que elevar
de manera diligente,
la calidad del docente,
también del estudiantado,
para tener un Estado
más próspero y exigente.
“Hay que elevar los niveles,
para lograr la inclusión,
y llevar la educación
a propósitos más fieles”.
No hacer como Chacumbele,
(el marido de Margó)
que nunca le concedió
carácter al educando,
porque para él, de un mamando,
el voto vale por dos.
Yo coincido plenamente
con el ministro Fulcar,
aquí se debe elevar
los niveles del leyente,
porque un pueblo inteligente
(por lo menos, educado)
es la garantía de Estado
que nos depara un futuro,
más próspero, más seguro,
y más alfabetizado.
Juan de los Palotes
11 diciembre 2021