Por Juan Tomás Valenzuela
Lamentable y preocupante
resulta la situación
en la que este camaleón
tiene a este pueblo pujante.
El obispo fue cortante
al hacer esta advertencia.
Si desde la presidencia
se viola la institución,
la impronta de corrupción
traerá graves consecuencias.
Aunque hace tiempo Huchi Lora
nos advierte de esta escoria,
es hoy con el Padre Ozoria
que la gente se cerciora,
de la trulla malhechora
que acompaña a este patán
en su irremediable afán
de eternizarse en el puesto,
del modo más deshonesto
que lo haría un pelafustán.
Todas las instituciones
que componen el Estado
son parte del entramado
en manos de estos hampones.
Periodista, buga…
mafiosos de pacotilla,
empresarios de rodillas
ante un hombre obnubilado
que se ha tomado el Estado
para él y su camarilla.
La catástrofe inminente
que enfrenta nuestra nación
si a este ungido cachetón
no se le paran de frente,
conduce drásticamente
a una férrea dictadura.
Y montándonos la pura,
advirtió Francisco Ozoria,
que ya a esta maldita escoria
hay que meterlo en cintura.
La única oportunidad
que tiene el pueblo valiente
pa’salir del presidente
y que no vuelva jamás,
la frena la terquedad
de dos o tres “visionarios”,
que como es tras del erario
lo que andan en politica,
tan solo enfocan sus críticas
en los mismo adversarios.
Juan de los Palotes
16 abril 2019