Por Juan Tomás Valenzuela
Con este virus letal,
el mundo se ha detenido,
menos el Penco, el ungido
y el periodismo inmoral.
Julio, intentó denostar
la calidad de Raquel,
la vice de Abinader,
al decir que hizo presencia
con aquella concurrencia
en la reunión de placer.
Jugar con la dignidad
de una dama tan prestante,
tan solo lo hace un tunante
dedicado a la maldad.
En Julio, no hay calidad,
no hay respeto, no hay moral.
Y sepan que no es casual
su actitud contra esta dama,
esto es parte de su fama
de corrupto visceral.
Raquel, con todo el derecho
sobre su vida social,
es víctima de un fatal,
más que proclive al cohecho.
La maldad no tiene techo
en esta sucia lombríz
y para él, este deslíz,
más que un estilo de vida,
representa la comida
en su rol de meretríz.
La candidata a la vice
del proyecto Abinader,
Julio, la quiso meter,
aunque ella lo contradice,
en un show, que sus matices
no son los más ejemplares.
Y moviendo los altares
a ver si se cae un santo,
intento dañarla tanto,
como a Leonel, sus compares.
Relajar con la memoria
de personas fallecidas,
es de personas podridas,
como son estas escorias.
La forma blasfematoria
de esta prensa agavillada,
no va a conducir a nada,
ni a Danilo, ni a Gonzalo,
ni a este sucio carepalo
que no sirve para nada.
Juan de los Palote
21 marzo 2020