Por Juan Tomás Valenzuela
Esa semilla de odio
que plantó esa loca vieja,
está hilando una madeja
con terribles episodios.
Ya le ofrecieron custodios
a Alicia y a Chanel Rosa,
porque según va la cosa,
con estas dos amenazas,
si no se ordena la casa
podría pasar cualquier cosa.
Hace días, a Alicia Ortega,
un preso de La Victoria,
le envió una nota mortuoria
pa’que dejara la brega.
La destacada colega,
que investigaba la suerte
del señor José Silvestre,
que también fue periodista,
la pusieron en la lista
de condenados a muerte.
Hoy, de forma irrepetuosa,
por botar a una enfermera,
le ofrecen una carrera
al director Chanel Rosa.
Esta, de forma oprobiosa
y por demas ilegal,
grabó con su celular
un vídeo de unos pacientes
donde se ven tristemente
en un lecho de hospital.
¿Pero que tiene de mal
la atención de un ser humano?
Pues, que el nieto del tirano
y la otra loca de atar,
dicen que aquí no hay lugar
para gente de color
y declaran invasor
a cualquier alma sufrida
que anda en busca de una vida,
como ellos en Nueva York.
5 abril 2018