Por Juan Tomás Valenzuela
Se esta volviendo una norma
que correctos ciudadanos
les den un trato profano
al que irrespeta las formas.
La gente no se conforma
con ver como un delincuente,
se abre paso entre la gente
exhibiendo las riquezas
que logra bajo la mesa,
de una manera indecente.
Recién le pasó a Camacho
en el Estadio Quisqueya,
donde una turba plebeya
lo tildó de “mamarracho”.
Incluso, apresó a un muchacho
que es mucho más serio que él,
y le ordenó a un Coronel
que estaba en la graderías,
llevarlo a la policía
pá que respete el poder.
No creo que haga tanto tiempo
que al sucio de Euri Cabral
le dieran un trato igual
cuando tuvo un contratiempo
con un grupo que hace tiempo
lo esperaba en Nueva York,
juntos al dizque “Catador”
de bebidas regaladas,
que después de no ser nada,
ahora es un emprendedor.
Al presidente Fernández,
una vez que fue a Manhattan,
por un poquito lo matan,
Dayanara y sus comandes.
Lo que se armó allí fue un desbande,
contra el amigo Leonel,
desde eso, ni su mujer
volvió más a Nueva York,
pá que no arrastren su honor
como ella lo arrastra a él.
Recién ayer, en Lux Mundi,
al señor Procurador,
se le dispensó el honor
dispuesto a estos vagamundis.
Dizque allí, titirimundi
lo tildó de malhechor,
ladrón, sucio, faltador,
violador de la justicia,
espécimen de avaricia,
inmoral y corruptor.
Como dije al empezar,
ya se ha convertido en norma,
hablar sin guardar las formas
frente a tó este muladar.
Lo tendrán que sopesar
antes de irse a las calles,
pues sin entrar en detalles,
ni guardar investiduras,
a todas estas basuras
los esperan a bocacalle.
Juan de los Palotes