Por Juan Tomás Valenzuela
Un hijastro de Alvarito,
aprovechándose de él,
se cagó en todo un cuartel,
desde teniente a conscripto.
El mán, privando en jevito,
atento a su coyuntura,
llegó a tildar de basura
al jefe de la patrulla,
mentándole la mai suya,
en este acto de frescura.
La gallardía del teniente,
haciendo casi el ridículo,
nos dice que sus testículos
son los de un hombre decente.
Si ese gusano insolente
es conmigo que se pone,
le hago tragar los coj…
como si fuera aspirina,
aunque Danilo Medina
sea conmigo que se encone.
Los hijos de funcionarios,
militares y bocinas,
desde que el jefe es Medina
andan como Los Rosarios.
Pensando que son ovarios
que tiene la policía,
apuestan a la anarquía,
atento a que el presidente,
le ha permitido a su gente
toodas sus bellaquerías.
Este carajo a la vela
trapeó de forma insolente
contra un puñado de agentes
durante un toque de queda.
Que un guardia de estos se exceda
no se puede permitir,
pero de ahí a no asumir
respeto a su investidura,
hay que ser muy caradura
para dejarlo vivir.
El deprimente espectáculo
que se ha subido a Instagram,
se ha “volvido” el que dirán
en este gran habitáculo.
He consultado el oráculo
desde tiempos de mi abuelo
y a más del otro pilluelo
sobrino de los Fadul,
no había visto a otro gandúl
como a este de Álvaro Arvelo.
Juan de los Palotes
12 abril 2020