Por Juan Tomás Valenzuela
Llegó a la televisión
la serie “El Mecanismo”
la cual detalla el cinismo
en torno a la corrupción.
Me dicen que Ángel Rondón
tiene un papel protagónico
y aunque suene un poco irónico,
en el papel principal,
João no quiso debutar
alegando que es daltónico.
El caso de Lavajato,
descrito magistralmente,
llevará al televidente
al frente de su aparato,
los detalles del relato
de esta novela exitosa,
donde João y su esposa,
desde una cárcel sombría
van a decir quien cogía
en esta trama mafiosa.
Los actores de reparto
(que se han repartido todo)
los hay que andan en el lodo
más limpios que los lagartos.
Hay quienes cogién sus cuartos
diciendo que fue al partido,
otros, un tanto aburridos
que dicen que si caen presos,
se llevarán al congreso
tan solo con un chasquido.
La trama se desarrolla,
con un grupo constructor
que usaba a un sobornador
como Caballo de Troya.
Cualquier político en olla
se valía de estos hampones
y con dos o tres millones,
algo más si es necesario,
armaban el escenario
para ganar elecciones.
Después que era presidente
el que entraba en el jueguito,
aprovechaba el carguito
pa’ resolverle a esta gente.
Contratos de obras y puentes,
carreteras y edificios,
plantas, torres, precipicios
y hasta coliseos de gallos,
elevados, pararrayos
y letrinas si es preciso.
La obra, que califica
pa’ un premio de la academia,
también relata la anemia
que sufren los pica-pica,
el que solo le salpica
la sal del desposeído,
ese que no es del partido,
que no disfruta el progreso,
el que no recibe un peso
pues no es coro del “Ungido”.
26 marzo 2018