Por Juan Tomás Valenzuela
Miren con qué es lo que cuenta
el bandido de Leonel,
pá ganarle a Abinader
y quedarse con la renta.
Él vuelve a la compraventa
de votos por pica-pollos,
creyéndose que ese embrollo
que se le dió en el pasado,
hoy podría ser reeditado
para conseguir apoyo.
Llenó un estadio en Baní
con una legión de imberbes,
que gritaban ¡vuelve y vuelve!
a este cuejnú baladí.
Al verlo, me confundí,
al menos por un momento.
Y llegué a creerme el cuento
de que eso fue a casa llena,
y sentí vergüenza ajena
al observar más atento.
Era a un grupo de menores
que llevaron engañados,
a los que este desgraciado
le estaba rindiendo honores.
Pero los que son peores
que este cuejnú chantajista,
son aquellos periodistas
que sabiendo la verdad,
mienten con facilidad
sobre unas falsas conquistas.
Los que les dan aquiescencia
a este truhán villajuanero,
son un grupo de rastreros
que mienten desde la prensa.
Es proverbial la insolencia
de este periodismo hampón,
que apañando corrupción
como ínfulas de alquimismo,
han hecho del palangrismo
su proyecto de nación.
Juan de los Palotes
30 agosto 2022