Por Juan Tomás Valenzuela
Como a Santa no le gusta
la yerba ni la bebida,
a él, le buá dar comida
y para el reno, una fusta.
Pero si se me disgusta
por lo pobre del manjar,
también lo voy a invitar
a la cena, que Leonel,
sin concurso de mujer,
va a dar en su muladar.
Me enteré que Margarita
se fue a cenar con Peralta,
con servicios a la carta,
a más de una musiquita.
Las canciones de Fefita
sonaron toda la noche.
Ramón Peralta, iba en coche
bailando mujere ajenas,
mientras que el Penco y Marchena,
disfrutaban del derroche.
Leonel, pretendió alquilar
el pabellón de Karate,
pá darle a sus guaremates
las limosnas de lugar.
Pero al no poder lograr
que le dén el pabellón,
convocó a todo lambón
que esté inscrito en su Partido,
a no hacerse el compungido
y coger pa’l malecón.
El ministro de Deportes
no le respondió a Leonel
la propuesta de alquiler
del Pabellón pa’su corte.
No importó que sea consorte
de la vicepresidente,
a él le negaron la renta
del pabellón de Karate,
pá sacarlo de combate
y ver si así se amedrenta.
La Doctora Margarita,
(que lo vendió con un beso),
también se puso pá eso
de no dejar que compita.
La mal llamada Cuquita,
en sus círculos cercanos,
cree que tiene por los…
al león de Villa Juana,
y hoy se ríe de buena gana
de lo que le hace el tirano.
Juan de los Palotes
23 diciembre 2019