Por Juan Tomás Valenzuela
Si aún hay capacidad de asombro
o al menos de indignación,
les traigo en esta ocasión
lo que encontré en los escombros
y que hoy me lo tiro al hombro
para mostrárselo a ustedes.
Es eso que anda en las redes
sobre la tál Berlinesa,
que se metió de cabeza
en medio de dos paredes.
El señor Pablo Cabrera,
empresario y suplidor,
ganó un concurso al vapor
que no lo gana cualquiera.
Le asignaron la friolera
cantidad de 100 millones,
pá que supla de jabones,
cloro Ajax, queso amarillo,
pasta de diente y cepillo
a algunas instituciones.
Me cuentan que esta muchacha,
(comadre del presidente
y cuñá de un delincuente
peor que Rodríguez Gacha)
posiblemente borracha,
pues dudo que lo haga sobria,
pá firmar la ejecutoria
de una compra ya asignada,
pedía tremenda tajada
de manera obligatoria.
La Institución Nacional
de Protección al Infante,
fue el móvil de este flagrate
delito institucional.
La joven quería tumbar
no solamente a Cabrera.
La singular jinetera
multiplicó 4 veces,
tó los panes y los peces
pá echárselo en su cartera.
Hablando con Mariasela
y con Carlos Pimentel,
Cabrera intentó exponer
de cómo está damisela,
que viene de buena escuela,
ya que su padre y Danilo,
vienen embrollando el hilo
desde cuando Balaguer,
llegando junto al poder,
con diferentes estilos.
Pues tratando de limpiarse,
el presidente Medina,
ha echado por una esquina
a tó el que pudo embarrarse.
Ni Berly, pudo salvarse
cuando vino el presidente
y barrió con tó esta gente
de esta mafia furibunda,
que sobrevaluando fundas
robaban al indigente.
Juan de los Palotes
8 abril 2020