Por Juan Tomás Valenzuela
Yo no tengo favoritos
en mis temas a tratar.
Lo mismo me dá Fulcar
que Margarita o Pechito.
Me da igual el barrilito
que Nuria o que la ministra.
En mi haber, no se registra
preferencias personales,
ni con jueces, ni fiscales,
ni corruptos periodistas.
Si Kimberly lo hizo mal,
como mal lo hizo Faride,
a nadie que me convide
a que lo deje pasar.
Yo lo voy a denunciar,
porque es mi naturaleza,
con o sin delicadeza,
porque es que me vale verga,
que vengan a hacerme huelga
o que pidan mi cabeza.
Cuando yo hablo de conductas,
lo hago sin contemplación,
lo mismo me da Rondón
que la vice del que eructa.
Quien tiene mala conducta,
me importa que sea ministra,
una puta, periodista,
canciller o senadora,
le paso la aplanadora
por corrupta y chantajista.
Quien quiera usar mi amistad
como patente de corso,
que venga por un reembolso,
que lo mío es la verdad.
El dolo, la iniquidad,
la noticia complaciente,
no me son indiferentes
como a esto cabezahuecas,
que acostumbran a hablar ñeca
cuando le atacan su gente.
Juan de los Palotes
19 octubre 2020