Por Juan Tomás Valenzuela
Al Metro que hizo Leonel,
que fue su más grande orgullo,
Danilo le hizo un chanchuyo
y está acabando con el.
Quitaron al timonel
que lo hizo y lo cuidó
y en su lugar se nombró
al señor Manuel Saleta,
que no invierte una peseta
ni por la gracia de Dios.
La obra cumbre de Leonel,
por falta e’ mantenimiento,
se encuentra en un mal momento.
Muy similar al de él.
El León dejó la piel
en ese sueño anhelado,
pero hoy luce descuidado
por esta nueva gestión,
que lo de manutención
lo gasta por otro lado.
Lo que Leonel invirtió
en construir las dos líneas,
quien dirige esta ignominia
ya más del doble gastó.
Cuando el León lo dejó,
faltaban 4 estaciones,
y del saco de millones
que han gastado después de eso,
el Metro no ha visto un peso
ni para reparaciones.
Para bajar al subsuelo
no hay ascensor ni escalera,
el sucio, adentro y afuera,
no correponde al modelo.
Debe de cubrirse el pelo
en todas las estaciones,
pues palomas y rolones
hacen sus necesidades,
disparando suciedades
como si fueran bombones.
Si a usted le ataca un dolor,
no tiene donde abajarse,
y va a tener que aguantarse
porque allí no hay tocador.
No funciona un ascensor
pa’ que un pobre desvalido,
pueda usa como es debido
los servicios del transporte,
sin que a ninguno le importe
ni que se sienta aludido.
Desde que echán a Diandino
de la dirección del Metro,
solo dije: ¡vade retro!
¡Ya sacaron al dañino!
Pero que triste destino
el que trajo esta jugada,
ahora si que no hay nada
desde que Diandy se fue,
y de aquella esplendidez
aquí ya no queda nada.
19 enero 2018