Por Juan Tomás Valenzuela
Volvieron las cacerolas
y con ellas, el rechazo,
al ungido, a su pelmazo
y a la dientúa comesola.
No les valdrá batahola
ni reparto de migajas,
pues el penco y la caraja
que vuelve otra vez de vice,
será mejor que aterricen,
pues van a perder la faja.
El rechazo es recurrente
al corrupto sanjuanero,
al penco barahonero
y hasta a el hada de los dientes.
Luis va a ser el presidente
de tó los dominicanos
y a este trío de gusanos
que van por el PLD,
les colarán el café
cuando llegue el mano a mano.
Con el tilín-tililín
de las ollas de aluminio,
se marca el fin de dominio
de este ungido malandrín.
Se va el Dr. Chapatín
y esta pila de rastreros.
Se van tó estos gavilleros,
pero para el calabozo,
con Euri, Martínez Pozo
y el viejito bandolero.
Se van estos comemierdas
atento a cacerolazos,
pues ya se les venció el plazo
a estos cerdos y a estas cerdas.
Se van con los de las izquierda
y con los de la derecha.
Se van porque ya se estrecha
el cerco a tó estos malandros,
y como dijo Lizandro,
¡No les dejaremos brecha!.
Juan de los Palotes
13 junio 2020