Por Juan Tomás Valenzuela
Entre préstamos y escándalos
se desenvuelve el país,
desde tiempos Lilís,
hasta el PLD y sus vándalos.
Los cuartos están desviándolos
a sus cuentas personales.
Necesidades trivales
cubiertas con nuestros fondos,
mientras cada vez más hondos
los compromisos fiscales.
Danilo, se fue hasta China
cargáo de yuca y tapioca,
pero solo fue a hacer coca,
sin vendé una mandarina.
Como en el pueblo de China
lo que más sobra es dinero,
el grupo de bandoleros
que acompañó al presidente,
tan solo estuvo pendiente
de ver qué traía el carguero.
Sobre 600 millones,
que al cambio son 30 mil,
fue que trajo ese faquir,
pa’gastarlo el reelecciones.
La pila de tiburones
que compra ese billetito,
le asegurará el carguito
al menos 4 años más,
mientras que la vecindad
tá pidiendo un cambio a gritos.
Mientras Danilo, se embucha
mil millones en un día,
se oyes aquí la algarabía,
a través de radioescuchas,
de que Camacho, se entrucha
dando boche a desbandada,
de manera despiadada
si encuentra algún reportero,
que venga a hablar dinero
o Declaración Jurada.
La última declaración
de Camacho, el 2010,
tuvo un pequeño traspiés
de casi 3 mil millón.
El habló es esa ocasión,
de que poseía un inmueble,
que pagaba la indeleble
cantidad de 2 millones,
por renta de habitaciones,
aunque el dato es algo endeble.
“No me hable a mi de esa vaina”
dijo Camacho enojado,
al reportero asustado,
creo que del pueblo de Haina.
“Aquí tamo en otra vaina,
que es mucho más importante”.
Le dijo en tono cortante
al periodista en cuestión
y hablando de reelección,
siguió de lo más campante.
Camacho aumentó sus cuentas
150 por ciento,
nomás viviendo del cuento,
ya que no le dan las rentas.
Su declaración presenta
unos montos que no dan,
si no fue jugando san
que se enriqueció este pillo,
fue enliándose en el anillo
de ese mudo charlatán.
Juan de los Palotes
11 noviembre 2018