Por Juan Tomás Valenzuela
Se marcharon sin un chele,
estos cuatro jineteros
que sirvieron de escuderos
al cuñáo de Chacumbele.
Me imagino lo que duele,
por un tema de principios,
que estos cuatro mama…
y el sucio de Jean Alain,
se fueran sin cobrá el “san”
después de ese sacrificio.
Primero fue Jorge Prats
quien renunció abiertamente,
a recibir alicientes,
deshonestos, por demás.
Él prefiere estar en paz
con Dios y con su conciencia,
que caer en la insolencia
de los otros tres bandidos,
y da bateo y corrido
renunciando por prudencia.
De los cuarto yuxtapuestos,
me decían que Hoepelmán,
que era el más ruín, más patán
y también más deshonesto,
más también, renunció al puesto,
a las dietas, honorarios,
a beneficios bancarios
o cualquier compensación,
que señale corrupción
o dispendio de erario.
También Valentín Medrano,
a quien, claro… no conozco,
pero al que le reconozco
que es otro vil maca…
quiso cortar por lo sano
y soltó todo eso en banda.
Dejando cualquier demanda
al criterio de sus socios,
ya que si aquí, no hay negocio,
prefiere irse de parranda.
Obvio que a regañadientes,
el patán de Julio Cury,
se marchó como Bunbúry
para no ser disidente.
Con esta papa caliente
que tienen estos guanajos,
ir a enseñar el refajo
a donde Miriam Germán,
solo haría que Jean Alain
también los mande al carajo.
Juan de los Palotes
12 septiembre 2020