Por Juan Tomás Valenzuela
A Julio Cesar Correa,
hombre fuerte de Edenorte,
Miriam, que no coge corte,
le ha tirado hasta a la DEA.
El hombre casi se mea
al ver los carabineros,
que le rodearon entero
los linderos de su hogar,
pá llevarlo a declarar
como a todo un bandolero.
Al ingeniero Correa,
socio de Maxis Montilla,
lo sacaron en cuclillas
por arriba e’ la azotea.
Porque en lo que el sol cambéa,
y le meten mano a Maxis,
se ejecutará la praxis
de atrapar a este corrupto,
por si al hombre del eructo,
le dá alguna anafilaxis.
Se sigue ampliando la lista
(y aún faltan los del congreso)
de danilistas aviesos
que estuvieron de coristas,
de la cafira boschista
tan propensa a lo mal hecho,
de comedores de afrecho,
mañosos y pervertidor,
qué haciendo coro al ungido
incurrieron en cohecho.
Al danilista de marras
que ha inspirado este poema,
y al locutor caco e’…
liso como una alcaparra,
si Camacho los agarra,
disfrutando sus fortunas,
cantaran claro de luna
como Ludwing Van Beethoven,
a menos que nos emboben
con una canción de cuna.
Aunque yo estoy satisfecho
con lo que ya ha acontecido,
si no agarran al ungido
por sus hechos y cohechos,
yo me mantendré al asecho
de manera itinerante.
Y si hay que tirar pa’lante
a alguno del PRM,
yo empezaré con los memes
y después… con las causante.
Juan de los Palotes
10 enero 2021