Por Juan Tomás Valenzuela
El Dr. César Castaños
(quien ya no brinda confianza)
ha concertado una alianza
para que en suelos extraños,
se pueda, al fin, este año
lograr el voto anhelado,
para que el que este cansado
de Danilo y la dientona,
pueda tirar a la lona
a ese par de desalmados.
Aunque el que está en la boleta
es el penco dromedario,
este solo es el vicario
de aquel viejo anacoreta
que quiere darnos cajeta
por cuatro años más seguido,
creyéndose, el muy bandido,
que los huevos sancocháos,
pueden salir empolláos,
aunque ya estén moridos.
Un senador newyorkino
que es oriundo de Santiago,
que hace las veces de mago
pá enfrentarse a estos cretinos,
es quien le ha abierto el camino
a la diáspora insurrecta,
que ha intentado hasta colectas
para, a través de Corotos,
comprar su derecho al voto
y salir ya de esta secta.
Adriano, se cerró a banda
a favor de los votantes
y en contra de este bergante
con su olorcito a lavanda.
Si la diáspora demanda
su ansiado derecho al voto,
¿cómo Diablo, este jojoto
hijuesumalditamadre,
pretende que esto no cuadre
aunque se arme un maremoto?
Sepan que el cinco de julio
quiera el penco o no lo quiera,
habrá pelea en la gallera
con el bro de Servio Tulio,
o con cualquier contertulio
que esté dispuesto a ayudar.
Y si le va bien o mal
a la traba de Danilo,
mejor que se esté tranquilo
pá que no la pase mal.
Juan de los Palotes
18 mayo 2020