Por Juan Tomás Valenzuela
Ahora es el “Negro de Villa”
que está en el caso Medusa,
por la asignación obtusa
de un local y de una villa.
Lo tienen en la mirilla
por el sonado expediente,
porque siendo dirigente
del partido de Juan Bó,
dicen que se apuñaleó
los huevos de la serpiente.
De las casas incautadas
a los fichados por dolo,
este greñú come solo
se asignó una, amueblada.
Él dice que eso no es nada,
ya que es solo Abinader,
el que no ha querido hacer
negocio con lo incautado,
como el mudo descarado
y el bandido de Leonel.
Bajo el modo de permuta,
Sergio, tomó una vivienda,
parte de una componenda
con el ñú hijuélagranputa.
La que actualmente disfruta
con un cuero de Monción,
y aunque no hubo corrupción
en la asignación de esta,
que se la cobren con fiesta,
está de lo más cabrón.
Pensar que era buena idea
este plan de Sergio Vargas,
no creo que ni a Miguel Vargas
(el borracho que más mea)
se le va a ocurrir por fea,
por loca, por mal fundada,
por vil, desconsiderada,
estupida, fastidiosa,
descabellada, babosa,
fútil y resquebrajada.
Juan de los Palotes
13 julio 2022
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