Por Juan Tomás Valenzuela
La nueva modalidad
para ocultar fullerías,
ahora es la piromanía
y la COVIDialidad.
Y parece que en verdad,
eso dá buen resultado,
ya que en gobiernos pasados
se ha recurrido a estas mañas,
para ocultar las hazañas
en detrimento al Estado.
Aún se acuerdan mis pulmones
de la vez que Tito Hernández,
armó tremendo desbande
en esas instalaciones,
en donde él y otros bribones
del gobierno colorado,
tenían salvaguardados
documentos oficiales,
que se evidenciaban cuales
podían llevarlo al estrado.
Esa vez, sin ton ni son,
actuó como un caradura,
incendiando Agricultura
con bencina y un tizón.
La suerte de este ca…
que después de Balaguer,
el que llegó fue Leonel,
más astuto y más avieso,
y como ratón al queso,
vino a buscarse lo de él.
Y en estos tiempos presentes
se renotoma el mismo plan,
pegando fuego ande están
guardados los expedientes
que registran los pacientes
del sistema de salud.
Y con tanta exactitud
que tan solo esos archivos,
ardieron en fuego vivo
sin que muera un agallú.
Al otro día de quemar
el local de Salud Pública,
la prensa de la república
nos acaba de informar,
que en otro hecho fatal,
la Universidad Primada
también quedar devastada
por un similar siniestro,
que es parte de un plan maestro,
para que no encuentren nada.
Juan de los Palotes
26 octubre 2020