Por Juan Tomás Valenzuela
La disposición de ascenso
al guardia de Castañuela,
tendrá que dejar secuela
al senadurismo menso.
El político propenso
a entrar en gavilleria,
debería entender que hoy día
ya no es como se pensaba,
porque con Luis, ya la pava,
no pone donde ponía.
Dicen que a Salvador Sánchez,
un sargentico de A/C,
un senador sin caché
le ordenó que desenganche,
a un raterito del dianche
que está vinculado a él,
como vinculó Leonel
la vez que era presidente,
a un arbitrario indecente,
que casi lo hace joder.
El señor Moreno Arias,
senador de Monte Cristi,
frugal como Amable Aristy
y simil estirpe agraria,
con una actitud barbaria
se fue hasta el destacamento
y con el verbo violento
que ya es norma en esta gente,
le fue a ordenar al agente
que le suelte su jumento.
Como en tiempos de Petán
y del dictador Trujillo,
provisto de horca y cuchillo,
el senador charlatán,
creyéndose el Supermán,
de la provincia liniera,
portando su sobaquera
en actitud dictatoria…
y haciendo punto la historia,
prosiguió de esta manera.
“Mire.. buen hijuesumadre,
suélte ahora mismo a Tibiche,
o lo agarro por el fuiche
por encima del Dios Padre.
Ese tipo es mi compadre,
y no es verdad que un sargento…”
Perdón, por el largo cuento,
creo que se me fue la mano,
más, de acuerdo a un provinciano,
más o menos, así fue el cuento.
Juan de los Palotes
24 noviembre 2020