Por Juan Tomás Valenzuela
Al que se vá de un partido
porque perdió una contienda,
hay que soltarle las riendas
y organizarle un despido.
Hay que hacerle mucho ruido,
para que sus seguidores
enciendan bien los motores,
el día de la despedida
y les deseen larga vida
y encuentren nuevos amores.
“El que se vá no hace falta”
dice un refrán campesino,
así que a estos dos cretinos,
por si las dudas lo asalta,
les daremos una carta
como recomendación,
dirigida a Miguelón,
Tony Peña o a Fiquito,
a ver si hay un chancecito
en esa organización.
A Chú Vázquez y a Geanilda,
les deseamos muy buen viaje,
y que armen bien su equipaje,
que el viaje solo es de ida.
Deseamos en su partida,
los mejores parabienes,
que no anden por los contenes,
ni pisen alcantarillas,
que no se ensucien de arcilla,
ni hagan lo que no conviene.
Si piensan vender su honor,
búsquense una buena oferta,
si van a ir tocando puertas
vayan a un club ganador,
Un cargo de embajador,
sería un triunfo momentaneo,
pero el de alcalde pedáneo,
que es el que le queda a chú,
lo guardan pa’Trucutú
y pa’su estilo espontaneo.
Chú podría ser profesor
en una escuela primaria,
Geanilda, de secretaria
o ministra de interior,
tal vez un puesto de honor
en la junta monetaria,
o cónsul en las Canarias
que es un carguito excelente,
porque ya el de presidente,
Miguel lo dió en las primarias
Renunciar a estas alturas,
o irse del PRM,
solo generará memes
a este par de caraduras.
Una falta de cordura
la de Geanilda y de Chú,
porque hay que ser agallú
para querer que el partido,
con todo y haber perdido
les dé el puesto de Mambrú.
28 abril 2018