Por Juan Tomás Valenzuela
Ahora fue el 54
(abonáo de la mái mía)
que salió en la lotería
que sigue siendo un teatro.
Siendo el que más idolatro
al señor Quico Tabar,
a mi me cayó tan mal
ver el sorteo de Primera,
como una mafia cualquiera
que solo viene a embromar.
Un bolo “por accidente”,
se le salió entre las manos
a aquel notario profano,
que lo metió nuevamente.
No hay que ser inteligente
para ver que este sorteo,
se trató de otro mareo
de esta mafia de las bancas,
que desfalcan a la franca
al pueblo con su bufeo.
Yo vi como treinta veces
cuando Ramón Andrés Ávila,
fanático de las Águilas
y frente a un grupo de jueces,
saca y vuelve a entrar, parece,
en medio de este teatro,
que se yo, si el cero cuatro,
o quizás el treinta y tres,
devuelve el bolo otras vez
y saca en cincuenta y cuatro.
No se lo que está pasando
con lo de la lotería,
pero esta bellaquería
no debería estarse dando.
Quisiera ver hasta cuándo,
estos malditos riferos,
jugarán con el dinero
de los más desposeídos.
Que alguien pare a estos bandidos
o nos dejarán en cueros.
Juan de los Palotes
11 febrero 2022
