Por Juan Tomás Valenzuela
Los amoríos del gobierno
con quienes dieron el voto,
terminará en alboroto,
por no decir en infierno.
a Sandro, le vale un cuerno
lo que reclama Paliza,
pues mientras las pruebas Pisa
no puedan ser superadas,
no serán consideras
las bases, ni sus premisas.
El ministro Macarrulla
y el líder puertoplateño,
se trataron con desdeño,
profiriendose “aleluyas”.
Luis, les llamó una patrulla
para evitar de algún modo,
que ese reguero de lodo
que primó en la discusión,
vaya a embarrar el salón
como en tiempos visigodos.
Las quejas de José Ignacio
eran que el señor Lisandro,
tan solo estaba nombrando
a Poppis de pelo lacio.
Que él no había visto en el Palacio
a los feos y morenitos
de las bases del Distrito
que hacían coro en la campaña.
Ni a los de Leonardo Faña,
ni a la gente de El Torito.
Según expresó Lisandro,
el poner frente al Estado
a una pila de tarados,
no es lo que se está planeando.
Por eso él, se está buscando
(en su círculo social)
a quien pueda manejar
recursos de forma idónea
y no de la forma errónea
de quien no pudo estudiar.
“Quien esté viendo al Estado
como se mira a un botín,
que se monte en un patín
y apunte para otro lado”.
Este ha sido el enunciado
que ha expresado el presidente.
“Si no hay ningún dirigente
que sepa física cuántica,
no es por la nigromantica,
por la que van a ser gente”.
Juan de los Palotes
14 septiembre 2020