Por Juan Tomás Valenzuela
El señor Álvarez Pérez
renunció de su trabajo
compungido y cabizbajo,
después que Luis, lo cogiere
y trapeara los linderes
con su honra y su moral.
Pues acaba de anunciar
por toditos los canales,
que este y los demás fatales
solo fueron a robar.
Luis, ha acusado a la gente
de la Cámara de Cuentas,
de actuar sospechosa y lenta
a favor del presidente,
y la cachífa insolente
que gobernó la nación,
plagando de corrupción,
de iniquidad y de dolo
al país de Torombolo
y el ungido cachetón.
Fueron estos auditores,
con su forma inoperante,
que hicieron que ese bergante
y su clan de malhechores,
fueran los ejecutores
de aquellos planes macabros
que dañaron tanto el agro
como los otros renglones,
con actos de corrupciones
que hacían parecer milagros.
Noté a un Luis, muy decidido
en no apañar corrupción
y en mandar al paredón
a la vice y al ungido,
además de los bandidos
que en la Cámara de Cuenta,
santificaban la afrenta
a través de un mal trabajo,
que mandaba pál carajo
al fisco como a la renta.
“Lo mejor que puede hacer
el boschismo descarado,
es quedarse bien callados”.
Eso dijo Abinader…!
En vez de querer coger
y confundir a las masas,
que se quiten la coraza
de ciudadanos decentes,
pues antes que acabe el 20
les viene su guasa-guasa.
Juan de los Palotes
9 octubre 2020