Por Juan Tomás Valenzuela
Al proponer “sangre nueva”
se alborotaba el anillo
porque creían que el Caudillo
iba a apostar por la gleba.
Y salieron de la cueva
todos esos dirigentes
que llegaron a ser gente
por la gracia de Leonel,
y como ya no es PODER,
lo agreden abiertamente.
El primer difamador
contra Leonel, fue Pechito,
quien después del barrilito
se cree todo un gran señor.
Refiriose a su mentor
en términos vergonzosos,
queriendo hacerse el gracioso
con el sector de Medina,
en las luchas intestinas
de estos inescrupulosos.
Otro que habló con desmedro
en contra del papaúpa,
fue aquel calvo sin peluca,
monaguillo de San Pedro.
Que siendo del poliedro
de lacayos de Leonel,
hoy se lanza contra él
tan solo porque Danilo,
es hoy quien empuña el filo
que les dá acceso al poder.
Todos los pelafustanes
que ondulan sobre el ungido,
se sienten comprometidos
a que ejecute sus planes,
y le entran, cual talibanes
al compañero Leonel,
pretendiendo hacer de él
lo que este, en su momento,
debió hacerle a ese jumento
que ahora le niega el poder.
La traición es evidente
en todos estos señores
que fueron aduladores
del más robusto exponente.
Pero son tán indecentes
(como el caso de Felucho)
que ha lanzado sus cartuchos
al prócer, líder y guía,
que tanto le dió comía
cuando era un ruín debilucho.
Juan de los Palotes
9 agosto 2019