Por Juan Tomás Valenzuela
Acuerdos electorales
hacen que maco y cacata,
formen alianzas no gratas
en las batallas campales.
Con estrategias iguales
a las que quiero expresar,
usted se puede topar
con gente que en un momento,
le sirvieron al jumento
y ahora están en nuestro lar.
Aunque no son muy bien vistos
por los fieles compañeros,
acuerdos electoreros
y compromisos previstos,
ponen en jaque a ministros
cuando ceden posiciones,
a gente que sus acciones
fueron en favor del malo,
unos del que comía escualo,
otros de donde hay leones.
Yo soy quien peor se siente
cuando veo mis compañeros,
que se quedaron en cueros
por su apoyo al presidente.
Y que hoy, amargamente,
tras un puesto de trabajo,
los tomaron de relajo
los mismitos dirigentes,
con los que ayer, firmemente,
compartieron hambre y grajo.
Pero no toda la culpa
recae en los funcionarios,
hay temas compromisarios
que les merecen disculpas.
No es posible que la pulpa,
por temas electorales,
dé pa’ tó los comensales
al repartir el pastel,
sean de los de Abinader,
o tal vez de otras filiales.
Yo siento que fui algo injusto
ayer con mis compañeros,
cuando advertí de rastreros
escondidos tras arbustos,
que aún están cogiendo gusto
sin ser ellos que ganaron.
Ahora entiendo que pactaron
con el gobierno presente,
y aunque no son de mi gente,
reciben lo que acordaron.
Juan de los Palotes
9 julio 2021