Por Juan Tomás Valenzuela
En una nota luctuosa
que envío Luis, el 26,
se le acabó el guararey
de manera bochornosa,
a los que en forma oprobiosa
formaron esa gavilla,
que vendía las jeringuillas
casi a seiscientos por ciento,
como en tiempos del jumento
que tumbaron de la silla.
Buscando rememorar
a Maybeth y a Jean Alain,
hay funcionarios que están
queriéndosela buscar.
Eso aquí no va a pasar,
que se den por enterados,
los corruptos del pasado
recibirán su castigo
y a los que vienen conmigo,
que tengan mucho cuidado.
Eso de tomar lo ajeno
como de su propiedad,
como el bizco de Bagdad
hizo en su ejercicio pleno,
nunca tendrá el visto bueno
de Fulcar, ni Abinader.
Y quien pretendiere hacer
del Estado su alcancía,
no recibirá amnistía
y tendrá que responder.
El cadáver de Plutarco
tristemente es exhibido,
junto al del otro bandido
qué también fue cesanteado.
Yo no sé si ese entramado
fue la idea de estos muchachos,
pero con Wilson Camacho
pisándole los talones,
los Conrado y los Rondones,
con Luis, van a quedar gachos.
Al Dr. Plutarco Arias
se uso de chivo expiatorio,
y hoy aquí, en su velatorio
las opiniones son varias.
Que la mafia vacunaría…
Que el tema de los contratos…
Que si es solo un mojigato
de la gente de “Papá”….
Pero la cruda verdad,
es que nunca tuvo olfato.
Juan de los Palotes
1 marzo 2021