Por Juan Tomás Valenzuela
Unos reos de corrupción
y su recua de lambones,
aún devolviendo millones,
hablan de “persecución”.
Se nota la sinrazón
de esta clase desgarbada,
que con su Banda Morada
asaltaron el Estado,
del modo más enconado,
y creen que no pasó nada.
Primero llegó Leonel
y una dientona perversa,
y a la sazón, tergiversa
de si era o no su mujer.
Le echaron a un Coronel
de “marido”, o de consorte,
quien tenía como deporte
imponerse de “arbitrario”,
con el león, el erario,
y los gendarmes del norte.
Luego de haber concluído,
después de un tercer mandado,
este cundango avivato
le cedió el mando al ungido.
Este, salió más bandido
que lo que había sido Leonel.
Le canceló al coronel
que este había usado de amante,
y en modo beligerante,
se abalanzó contra él.
Danilo, fue más ladrón
de lo que antes fue el cuejnú,
quien se fue hacia la Fupú ,
tras una nueva elección.
Ahora, por corrupción,
están los dos señalados,
pero un grupo de avezados,
aún admitiendo los hechos,
salen a exigir “derechos”
que no fueron conculcados.
Juan de los Palotes
25 marzo 2023