Por Juan Tomas Valenzuela
Y cargaron en sus brazos
a nuestro benefactor,
con alabanzas y loor
y uno que otro macanazo.
Nos impidieron el paso
al seno del ministerio,
guardias sin ningún criterio,
que al servicio del poder,
bloquearon a Waldo Ariel,
quien les voceaba improperios.
¡Altagracia del … C_______ajo !
Gritaba a todo los vientos,
el jefe del movimiento
de estos hombres de trabajo.
¡Se vá a acabar el relajo!
dijo Waldo, furibundo,
quien con exito rotundo
llevó a su grupo gremial
desde el Gautier, al local
de este ministerio inmundo.
¡O atienden nuestros reclamos,
o me tendrán que matar!
dijo en tono proverbial
el pediatra y cirujano.
Calificó de inhumano
el trato a que es sometido
el gremio, por engreidos
que les violan sus derechos
de un buen sueldo, carro y techo,
como le habían prometido.
25 octubre 2017