Por Juan Tomás Valenzuela
Anda un rumor en los medios
de que al delfín de Danilo
lo echán a los cocodrilos
y se undió sin más remedio.
Lo mandaron por los predios
de la ciudad de Manhattan,
para ver si allí lo matan
entre Elida y Dayanara,
que esas si que no le paran
pá hacerle la vida ingrata.
El exitoso empresario
(por su teoría de Bonao)
bebiendo en jarro picháo
se convirtió en el calvario,
de un grupo de dromedarios
que quieren, a ciencia cierta,
que este ñús, le abra las puertas
en el próximo periódo,
a este ungido visigodo
que anda como guinea tuerta.
Con la metida de pata
del PLD en las primarias,
ya las teorías son varias
de cómo esto se aclimata.
Los que engañán a la Tata
(y también al erudito),
están hoy todos al grito
con la teoría existencial
que ha expresado este animal
de cómo hizo sus chelitos.
Eso de irse a Bonao
en vez de irse a Puerto Plata,
o de comprarse un Sonata
en vez de un Porsche robáo,
demostró que este amemáo
no alberga conocimiento,
y si fracasa el intento
de sacarlo del line-up,
le pueden decir adiós
a eso de vivir del cuento.
Si quitan de candidato
al Penco de Barahona,
le entrarán a la cañona
al que aupó a este mentecato.
Danilo, entró en un zapato
los dos pies al mismo tiempo,
pues buscar a ese jumento
para enfrentar al león,
fue un tremendo papelón,
hecho sin comedimiento.
Juan de los Palotes
7 noviembre 2019