Por Juan Tomás Valenzuela
El padecimiento clínico
que acongoja a Jean Alain,
no genera a este patán
corrupto, mañoso y cínico,
ningún sentimiento anímico,
ni espiritual ni amoroso,
por el manejo oneroso
que exhibió en su dependencia,
cargándola de insolencia
y exacerbos calumniosos.
Cuando Luis y su familia
padecieron lo del Covid,
el penco y Lorena Bobit
(la que el león tiene en vigilia)
dijeron que este se auxilia
de un falso padecimiento
y aprovechaba el momento
para de maneras astuta,
hacer de esto una permuta
y agenciarse un crecimiento.
Pero el pueblo decidido
se fue en oración con Luis
y sacaron de raíz
a este grupo de bandidos,
ya se fue el penco, el ungido
Peralta y la Chupastrancas,
y al borde de la barranca
se encuentra el procurador,
quien perdió fama y honor,
más que Cristian Casablanca.
Hoy nadie cree en la amargura
del gemelo de Elvis Crespo,
que ahora, recurriendo al Expo
de su gastada figura,
viene con la cara dura
de apelar a sentimientos,
de gente que en su momento,
cuando estuvo en los estrados,
los trató de modo airado,
sin ningún comedimiento.
Que él esté o no padeciendo
de la cruel enfermedad,
no le quita calidad
a lo que está aconteciendo.
Se esté o no se esté muriendo,
habrá un proceso en su contra.
Si la justicia no “encontra”
causa contra este y La Torá,
tal como hizo Edén Pastora,
nos vamos con la recontra.
Juan de los Palotes
13 julio 2020