Por Juan Tomás Valenzuela
El Dr. Leonel Fernández
en busca de la unidad,
propuso a su majestad,
para evitar el desbande,
que sean los de él, que comanden
la boleta electoral,
pero el rechazo fue tal
a esta singular propuesta,
que han habido hasta protestas
en el Comité Central.
Sucede que los guanajos
que aspiran a ser relevo,
están desde el medievo
esperando su agasajo,
pero se ha vuelto un relajo
esa singular espera,
porque desde la primera
vez que fueron gobierno,
el esperar se ha hecho eterno
con toda esta gavillera.
Los del Comité Político,
en un acto deshonesto,
se han perpetuado en el puesto
desde tiempos paleolíticos.
Yo no pretendo ser crítico,
pues no es mi forma de ser,
pero ahí hay una mujer,
creo que apellido Germán,
que está ahí desde que Tarzán
se perdió en el monte aquel.
Por ejemplo: Lidio Bocca,
(perdón, es Lidio Cadet)
le ha estado metiendo el pie
como si fuera un yudoca,
a todo aquel que se aboca
a conseguir un ascenso.
Y hace esto con el consenso
de los miembros de un anillo,
que actúan igual que Trujillo
contra este pueblo indefenso.
La más férrea dictadura
que ha sufrido este país,
no es Chapita ni Lilis,
son estos dos caraduras,
que ni las candidaturas
ceden a los de las bases,
porque ha sido tan rapaces
aferrándose al Estado,
que también se han inventado
que quien no es de ellos, no pase.
Mil cuatrocientos millones
se irán en unas primarias
insulzas e innecesarias,
pa’elegí a estos mari…
Y el que marca los cartones
en el partido morado,
ya tiene todo amarrado
para quedarse en la silla,
porque si se vá pa Villa,
el león lo deja encharcado.
Juan de los Palotes
3 junio 2019