Por Juan Tomás Valenzuela
El problema de violencia
en contra de la mujer,
nunca se va a resolver
si no tomamos conciencia.
Es un tema de carencia
con origen económico,
que aún viéndolo tragicómico
como yo lo quiero ver,
se origina en la mujer
por sus rasgos cromosómicos.
Por la cultura arraigada
en los más bajo estratos,
se hacen normal los maltratos
en las menos agraciadas.
Si la joven ultrajada
fuera de los Perelló,
o quien sabe, digo yo,
de la familia Franjul,
yo apuesto que a este gandúl
ya le habrían entráo con tó.
Pero la desvencijada
es la joven Santa Arias,
descendiente de unos parias
que no llegaron a nada.
Ahora, la encrucijada
es si sueltan al matón,
o si habrá persecución
por parte del ministerio,
y saber con cual criterio
le darían la absolución.
Si no se ataca el problema
hurgando en su propio origen,
esta conducta aborigen
siempre va a ser un dilema.
Cojan a este caco e’…
y mándenlo a La Victoria,
y que las demás escorias
lo utilicen de escarmiento,
y a la víctima, lo siento
… de ella no tengo memoria.
Juan de los Palotes
28 enero 2022