Por Juan Tomás Valenzuela
El gobierno, vuelto loco
por preservar su moral,
busca un procurador fiscal
para armarme un zaperoco.
Hasta el director de ADOCO
ya fue ante el Procurador,
y junto a este malhechor
se hizo una fotografía,
detrá de la cual pendía
la insignia de corruptor.
También José Tomás Pérez,
que se hizo rico al vapor,
dizque anda por Nueva York
buscándose un consigliere,
que explique a que se refiere
la nueva Ley de Partidos,
en el punto resumido
sobre el tema corrupción,
donde dice que el hampón
no puede ser ofendido.
La directora del PEPCA
dijo que: ¡ningún ningún!
que ni ella, ni Surún
han visto volar la cerca
a ninguno de la alberca
del resort presidencial,
y que no se piensa echar
al Partido de enemigo,
que aquí tó el que tiene ombligo
sabe que eso no es normal.
Se han inundado las redes
de advertencias y amenazas,
de que irán casa por casa
tumbando puerta y paredes.
Si algún atrevío se excede
difamando un funcionario,
lo harán sufrir un calvario,
pues lo malo no es robar,
lo malo aquí es denunciar
cualquier desfalco al erario.
A mi me viene a la mente
cuando el Partido en cuestión
y su Álbum de Corrupción
pusién la papa caliente.
Cuando eso, hasta el presidente
cayó en la boca de Lidio,
y nadie ofreció presidio
ni someter por injuria
ni a Danilo, ni a Alcapurria
ni a otro de estos mal paridos.
Ahora están amenazando
al que le diga ladrón
a Euclides, Temo, Rondón
a João o al contratando.
¿Y que es lo que están pensado
los del Pool presidencial?
¿Que nadie aquí puede hablar
de coimas ni peculado?
Si no quieren ser nombrados,
pues que dejen de robar.
Juan de los Palotes
19 agosto 2018