Por Juan Tomás Valenzuela
La caravana de ayer
es la prueba más fehaciente
de que habrá un cambio en el 20
y es con Luis Abinader.
Ese hombre huele a poder
(sin caer en triunfalismo)
Y ya no importa Algoritmo
ni afán de voto electrónico,
porque estos vientos ciclónicos
nos traen agua de bautismo.
La condición de mal tiempo
que presentó el día de ayer,
no amilanó a Abinader
ni a todo ese regimiento.
El pueblo estaba contento
y marchando con civismo,
porque saldrá del abismo
de manos del PRM,
que lejos de que nos queme,
nos trae agua de bautismo.
Todo un pueblo decidido
se lanzó ayer a las calles,
sin recursos ni vituallazs,
como hacen otros bandidos.
Ni el PLD, ni el ungido,
ni todo su clientelismo,
van a volver a lo mismo
pues ya se van del poder,
pues Dios, con Abinader
nos trae agua de bautismo.
Luis, Faríde, Carolina
y también Raquel Albaje,
iban en el portaequipaje
del techo de una berlina.
Ni siquiera la jarina
que había enviado el Danilismo
mellaron el estoicismo
de aquel clamor popular,
que fue dispuesto a marchar
bajo el agua de bautismo.
Juan de los Palotes
16 diciembre 2019