Por Juan Tomás Valenzuela
Fulcar, había prometido
que aquí habría libros de texto,
no como en tiempos funestos
donde mandaba el ungido.
Aunque se hizo mucho ruido,
diciendo que no lo haría,
él buscó la mejor vía
y hoy vemos los resultados,
sabiendo lo que ha logrado
sin hacer bellaquerías.
Recuerdo cuando habían dicho
que no habría computadoras,
los de Cachicha, La Tora
y el enano mamabicho.
Lo atacaban por capricho
y apostaban a fracaso,
y el ministro, paso a paso,
sin hacerle caso a nada,
muestra las metas logradas
frente a todo estos pelmazos.
Tras ocho años sin libros,
por culpa del PLD,
Fulcar, los vuelve a traer
y a dar un nuevo equilibro.
Adiós al desequilibrio
por falta de información;
hoy vuelve la educación
a tener en la lectura
la más proverbial figura
y su principal razón.
El esfuerzo realizado
por Fulcar y Abinader
pá que se vuelva a leer
con los libros entregados,
es de lo más connotados
logros de la educación.
Tan distinto a aquel ladrón
que junto a hermanos y hermanas
hicién lo que les dió en ganas
con su manejo simplón.
¿Donde meterán la cara
los que apostán al fracaso?
Se cumplió en el justo plazo
la meta que se fijara.
Aunque la mitad bastara,
se dieron nueve millones,
y aunque no faltan bribones
que minimicen la acción,
Fulcar, les dió la lección…
y que hablen los criticones!.
Juan de los Palotes
20 febrero 2022