Por Juan Tomás Valenzuela
El que llegó a Migración,
quien sabe de dónde diablos,
era adláter de San Pablo
cuando la crucifixión.
Sabrá Dios, de qué cajón
sacó Luis, a este esperpento,
que según el diario Acento,
en el año 2006,
lo pensionaron por ley,
junto al Nuevo Testamento.
Aunque estaba pensionado
desde tiempos de Leonel,
Venancio pudo ejercer
(sin haber sido operado)
funciones en el Estado,
como asesor aduanero,
prestamista, tablajero,
regidor por el distrito,
promotor de Musiquito,
diputado y aguajero.
Sabrá Dios, si fue el ungüento
que vende David Ortiz,
lo cierto es que este infeliz,
que tal vez vivía del cuento,
no se asiló en un convento
a recibir su pensión,
pues por alguna razón,
mientras la estuvo cobrando,
se mantuvo trabajando
como todo un campeón.
Era asesor en Aduanas
quien sabe en qué menesteres,
realizando sus deberes,
desde la prima mañana.
Su convicción sobrehumana
de que está para servir,
no lo ha dejado morir
traqueteando atrás del peso,
y no conforme con eso,
con Luis, vuelve a revivir.
Juan de los Palotes
5 agosto 2022