Por Juan Tomás Valenzuela
El planisferio de Ucrania
se ha volvido un polvorín,
por las guerras de Putín
y las crónicas de Narnia.
Quien más sufre es Alemania
y el tonto de Lavandier,
él, por no acabar de entender,
por sopenco y testarudo
y Alemania, porque el crudo
hoy le cuesta más que ayer.
Las cosas no le han salido
a ninguna de las partes,
y digo, modestia aparte,
que eso ya lo había advertido.
Una recua de bandidos
opinando en Instagram,
que hasta los rusos están
virandosele a Putín,
y que este anda en un patín
tras el apoyo alemán.
Los demás, no menos tontos,
dicen que Ucrania y Crimea
son del chivo que más mea
y que esto acabará pronto.
Aunque yo nunca confronto
la opinión del iletrado,
lo cierto es que estos tarados
logran sacarme de quicio,
después de tó el sacrificio
que implica ser estudiado.
Aquí hay gente que lo ve
como una pelea de gallos,
o como tubo de ensayos
de la alta socialité.
No entienden que el buscapié
que se ha soltado en Crimea,
será aquí, en nuestra aldea,
donde va a hacer explosión,
y si no hay negociación,
la pasaremos bien fea.
Juan de los Palotes
26 marzo 2022