Por Juan Tomás Valenzuela
No es Minoru Matsunaga,
es el mismo Jackie Chang
que vino a pararle el can
a un tema que ya empalaga.
El siervo Adán y la maga,
junto al general Robioú,
tenían armado un “ventú”
con el coronel D’ Aza,
donde repartían la masa
con Paulino Sem y el ñús.
Pero Luis, que no es pendejo
trajo a un ninja japonés,
no pá que sirva de juez,
ni sea parte del Consejo.
Lo trajo pá que el manejo
de los fondos asignados
no sigan siendo extraviados
por Robioú, ni por su clan,
pues ahora es Jackie Chang
quien funge de apoderado.
Ya se le acabó el cancito
a Cáceres, la pastora,
a Euri Cabral, a La Tora,
a Cristina y a Pechito.
Porque llegó un carajito
desde el monte Fujiyama,
que se ha ganado la fama
de asesino y de honorable
y al que declaren culpable,
lo va a ablandar como auyama.
Quien se salvó fue Girón
de este estricto samurai,
por qué si no habla, compái,
le dán el golpe bolsón.
También se salvó Rondón,
que no estaba en este clan,
porque ya se acabó el can
del desfalco en politur,
desde que llegó a Cestur
el doble de Jackie Chang.
Juan de los Palotes
12 mayo 2021