Por Sin Reservas
El Partido Alianza por la Democracia (APD) se mostró de acuerdo con que el sistema electoral no puede depender del dinero como sucede actualmente.
El secretario general de la Alianza por la Democracia (APD) Carlos Sánchez, consideró atinadas las declaraciones del presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Román Jáquez Liranzo, sobre la necesidad de llevar al diálogo la penetración del crimen organizado en los partidos políticos, agregando que la clave radica en ver cómo el sistema electoral deja de depender del dinero como sucede actualmente.
«Todo indica que estamos frente a un sistema plutocrático, es decir, antidemocrático, donde el que posee dinero es el que tiene las posibilidades de ganar un escaño en el congreso nacional o asumir un puesto público en las alcaldías, porque el sistema actual no reconoce los méritos de los ciudadanos ni las propuestas y mucho menos, los programas partidarios que se presentan en campaña», subrayó.
Dijo, además, que la situación que se presenta beneficia a determinados partidos y a los más ricos, que ha creado un sistema perpetuo donde las cúpulas partidarias durante las campañas se reservan las candidaturas de los puestos electivos para luego entregarlas al mejor postor, resquebrajando de esa forma la democracia interna de los partidos.
¿Dónde recaen las principales responsabilidades de lo que está ocurriendo?, se preguntó, para referirse el caso Operación Falcon, en el cual han sido señalados varios legisladores y figuras publicas que fungen como empresarios con incidencia en la política.
«Si revisamos las votaciones de las elecciones congresuales nos encontramos que los diputados más votados fueron los del narco, entonces ¿De qué democracia estamos hablando?», sostuvo Sánchez, en declaraciones enviadas a la prensa nacional en respuesta al presidente de la Junta Central Electoral quien pidió que se incluyera en el dialogo el tema de la penetración del narcotráfico en los partidos políticos.
Sánchez, consideró que una discusión franca, sin exclusión en el diálogo, podría ayudar en el debate para tomar decisiones en beneficio del sistema de partidos y de la sociedad en general.
«Ante todo, primero debemos diseñar leyes electorales que promuevan la democracia interna de los partidos, un financiamiento y participación equitativa y una supervisión estricta de parte de la JCE a los gastos de campaña», sostuvo el también diputado al Parlamento Centroamericano.
Aprovecho para recordar que uno de los elementos que contribuyeron al fracaso de la Ley de Partidos y la ley Orgánica del Régimen Electoral, modificadas hace apenas unos años, fue la exclusión y el deseo de imposición de algunos actores políticos, que impidieron el debate de la sociedad.
Por último, sostuvo que la nueva ley debe contener un régimen de consecuencias que castigue con firmeza el delito electoral sin discriminación y limitar, además, la reelección arriba y abajo.
«Los senadores y diputados no deben pasar de dos periodos legislativos», propuso.
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