Por Ricardo Bustos
Cierto día y conociendo sus «debilidades», le pregunté a un compañero de trabajo que vivía en uno de los tantos barrios construidos por el Instituto de la Vivienda bonaerense, ¿Cuanto pagas de cuota? y al escuchar la respuesta no pude creer que todavía en Argentina, muchos pobres se enojen con el Estado porque se sienten abandonados. Mi compañero hace veinte años, pagaba una cuota de $20 por «SU VIVIENDA PROPIA», pero eso no era lo mas grave… me dijo que si no pagas «no hay problemas porque igual la casa no te la quitan».
Recorriendo los diarios y observando el diario vivir de los ciudadanos que aún alquilamos, leo en un matutino de bahía Blanca (La Nueva) un titular que reflejaba lo que en esta reflexión puedo contar. «Hubo un abandono de la gestión y una completa falta de seguimiento. No es posible que la gente no pague cuotas que en muchos casos son irrisorias», dijo el titular del Instituto de la Vivienda Bonaerense, Evert Van Tooren, en alusión al bajo porcentaje de pago por parte de quienes reciben viviendas de los planes sociales desarrollados en la provincia.
Según los datos que maneja el Instituto, la provincia tiene un 65% de cobrabilidad, «el más bajo del país en viviendas». Van Tooren, aseguró que a partir de asumir en el Instituto comenzó la tarea de ordenar el seguimiento de los pagos así como «incidir más en la gente» para que cumpla con esa obligación. «Hay familias que tienen que pagar «cuotas de 20 pesos» y no lo hacen. Queremos hacerles entender que el vivo no es el que no paga sino el que cumple con su obligación, porque va a tener luego su escritura», explicó.
Si bien reconoció que resulta muy complicado hablar de posibilidad de desalojo, la justicia irá resolviendo cada caso en particular. «Haremos un esfuerzo por mejorar la cobrabilidad. Sabemos que hay gente que nunca recibió las chequeras de pago y ni siquiera sabe de su deuda. Pero también haremos las intimaciones que correspondan».
En algo no coincido con el funcionario. Todos los que debemos dinero, sabemos que tenemos que abonarlo y para ello, de no haber recibido las correspondientes chequeras, lo mínimo que se debe hacer es consultar en el ente correspondiente de que manera puedo regularizar la situación.
No puede ser que en Argentina hay millones de «inquilinos» que todos los meses deben pagar entre $4,000 y $7,000 por una vivienda que solo sirve para acomodar a una familia tipo con algunos muebles, mientras millones pagan… o no, cuotas irrisorias de $ 120 a $ 200 mensuales y encima si olvidan de dar cumplimiento a sus obligaciones, el propio Estado no reclama en absoluto.
Existe mucho egoísmo entre nosotros. Si todos abonan las cuotas en tiempo y forma y a valores que justifiquen la tenencia de una vivienda propia con este tipo de créditos blandos, otras miles de familias que aún no tienen hogar en un futuro también podrán beneficiarse con estos planes estatales. No debemos olvidar que EL ESTADO SOMOS TODOS.
Por último, la dirigencia deberá de una vez por todas, dejar de utilizar este tipo de planes para beneficio propio y captar votos a la hora de las elecciones, algo que, en el interior del país continúa ocurriendo como si nada haya cambiado con el cambio de color político.
«Lo que distingue al hombre de los otros animales son las preocupaciones financieras». Jules Renard (1864-1910) Escritor y dramaturgo francés.
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556