Por Washington Cabello
(WASHINGTON, Estados Unidos, EFE).- Los candidatos recién llegados a la política, como el magnate Donald Trump y el neurocirujano Ben Carson, se imponen a los de larga trayectoria en cargos públicos en la campaña de las primarias de Estados Unidos para las elecciones de 2016.
Lo que muchos pensaban que sería una campaña monopolizada por grandes nombres como Hillary Clinton y Jeb Bush, se está demostrando una competición mucho más abierta en la que despuntan los que hasta ahora eran auténticos desconocidos para el gran público como Carson o la ex directora ejecutiva de Hewlett-Packard (HP) Carly Fiorina.
Esta semana, las encuestas y el debate televisado de los precandidatos republicanos han corroborado una vez más esta tendencia, que se enmarca en otra conclusión clave de los sondeos: los ciudadanos están hastiados de la política tradicional y quieren oír voces nuevas.
Este sentimiento es especialmente acusado entre los votantes republicanos, históricamente reacios al poder de Washington e ideológicamente favorables a un Gobierno federal pequeño en favor de la autoridad estatal y local.
Seis de cada diez republicanos prefieren que el próximo presidente tenga experiencia fuera de la política, algo que también lo desean un cuarto de los demócratas, según un sondeo publicado esta semana por The Washington Post y ABC News.
En ese contexto se explica que Trump y Carson, de los que nadie esperaba nada hace tres meses, aglutinen ahora más de la mitad de los apoyos republicanos, en detrimento de Jeb Bush, que partía como el candidato sólido y favorito.
El irreverente magnate, que ha liderado las encuestas todo el verano, es el favorito para un 33 % de los votantes, 29 puntos porcentuales más que antes de anunciar su candidatura en junio.
Pero el mayor salto en las últimas semanas lo ha dado Carson, el candidato más anónimo de estas elecciones, que suma ya el 20 % de los apoyos, 14 puntos puntuales más que cuando empezó, según el citado sondeo.
Otra encuesta publicada esta semana por la cadena CBS y el diario The New York Times confirma esa tendencia: Trump sigue en cabeza con un 27% de apoyo, seguido cada vez más de cerca por Carson, que ha pasado del 6% al 23% en solo un mes.
Trump y Carson avanzan a costa de Bush, que ha perdido siete puntos en el sondeo del Times desde agosto, al pasar del 13 % al 6%, y que, en la encuesta del Post, se sitúa en el punto más bajo de su popularidad con solo un 8 % de los apoyos.
Se mantienen por debajo del 8% en todos los sondeos el senador por Florida Marco Rubio, a pesar de las buenas críticas que recibió tras el primer debate republicano en agosto, y el senador por Texas Ted Cruz, que no ha logrado destacar en ninguna de sus intervenciones hasta el momento.
Estas encuestas sitúan a Carly Fiorina por debajo del 5%, pero está por ver cómo evolucionan los resultados de los sondeos la semana que viene, tras la ovación generalizada que recibió por su actuación en el segundo debate republicano del miércoles, su primera vez en horario de máxima audiencia.
“Participo en el debate sabiendo que sólo el 40 por ciento de los republicanos tienen idea de quién soy”, admitía la ex ejecutiva a la cadena CNN.
Fiorina llamó la atención de los grandes medios por su habilidad oratoria en el primer debate republicano entre los candidatos con menor puntuación en las encuestas, celebrado el 6 de agosto.
Desde entonces, al calor de más minutos televisivos e interés por ella en medios y redes sociales, su campaña luchó para que en el segundo debate estuviera en el grupo principal, una oportunidad vital para candidatos poco conocidos como ella de presentar su mensaje ante la nación.
En las filas demócratas no hay ningún candidato sin bagaje político, pero la tendencia de los últimos sondeos muestra el ascenso de los considerados “underdog” (el que no se espera que gane) frente a la que partió como candidata “inevitable”, la ex secretaria de Estado y ex primera dama Hillary Clinton.
La ex primera dama ha bajado del 50 % de los apoyos por primera vez en el sondeo del Post, después de semanas cayendo en las encuestas por el desgaste de la polémica por su uso de un correo electrónico privado como jefa de la diplomacia.
Clinton debe ser la candidata para el 42 % de los votantes, mientras que el senador por Vermont Bernie Sanders le sigue ganando terreno con el 24 % y el vicepresidente Joe Biden tiene el 21 % de los apoyos sin haber decidido aún si se presenta.
Recién llegados a la política o favoritos inesperados, lo que parece estar claro es que los estadounidenses no quieren limitarse a coronar un candidato ni dar nada por garantizado a más de un año de las elecciones presidenciales.